lunes, 29 de agosto de 2011

Incontables las lágrimas derramadas, las quedan por derramar.

No quiero oír hablar de príncipes azules que rescatan princesas al anochecer. De ranas que llevan sorpresas, de nada. No quiero oír ninguna paranoia más, no quiero oír hablar del amor y de sus efectos secundarios. De los besos mojados, de las caricias al amanecer, de lo que conlleva enamorarse. De sus ojos marrones y su pelo castaño, de su sonrisa increíblemente increíble. De las lágrimas derramadas, y las que quedan por derramar. No quiero oír nada relacionado con el amor, con la tristeza.. Intento decir, demostrar, fingir que el pasado, pisado está. Pero no, cada vez está más presente. Porque quizás, me acostumbré demasiado a él, a verle siempre, a besarle, a acariciarlo, a rozar sus pensamientos, a sus te quiero, quizás, me acostumbré a que era solo mio, quizás. Quizás no era así, no lo es. Pero, quería pensarlo, quería tenerlo, quería, quiero, querré, todo, todo con él.

viernes, 26 de agosto de 2011

Esos que van de príncipes y no son más que ranas vestidas de traje. Que te dicen que eres la única, sí, la única en ese momento, a veces.. ni eso. Que un te quiero para ellos, es una palabra más. Llámame tonta, llámame estúpida, porque lo soy, por quererte, por pensar que cambiarás, por estar ahí, incondicionalmente. Llorar mares. Pero no.. se acabó, una y no más, la última rana, lo prometo, igual que prometí un infinito. Se acabaron las sonrisas fingidas, ahora, la que sufrirá no voy a ser yo, no. Esta vez, no.

jueves, 25 de agosto de 2011

Todo, contigo, todo.

Que hasta tus defectos, hasta ellos son perfectos. Hasta la más mínima virtud es un mundo cuando se encuentra en ti, hasta una sonrisa tiene vida si se encuentra en tus labios. Todo, todo, contigo lo quiero todo. Quiero amaneceres, atardeceres, quiero un mundo, un universo, un infinito. Un te quiero que salga de tu boca cada dos segundos, un todo, un más y más, un no acabar.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Prométeme un infinito juntos.

Y si te quiero, solo es una teoría más, y si te beso, así simplemente, es una práctica, ¿del destino? bah, no. De.. yo que sé de qué, pero del destino no, ¿por qué? pues porque este estúpido no nos quiere juntos. ¿Y qué más da? Sinceramente, que le den al destino. Regalémonos el mundo entero. Valoremos esos pequeños detalles, contemos estrellas hasta el amanecer, bésame, abrázame, dime que me quieres, que te gusto hasta enfadada. No me dejes, agárrame fuerte, susúrrame mil veces que será hasta el infinito, que París será nuestro. Dejemos las excusas, amémonos hasta el final, una vez más, volverte a ver, llenar mis sábanas con tu calor, oler de nuevo ese perfume, tú sabes, me encanta, me encantas. Cántame esa canción, enséñame tus mejores sonrisas, quiéreme como nunca. Piensa en mi cada uno de tus días, recuerda las fechas importantes, no todas, las demás me encargaré de recordártelas yo. Creemos un mundo, solo para los dos. No sueltes mi mano, seca mis lágrimas, pues yo no dudaré en hacerlo, cúidame, yo te trataré como el mejor de los tesoros. No me regales flores ni bombones en San Valentín, sólo demúestrame que de verdad es nuestro día, el día de los enamorados. Llévame el desayuno a la cama, aunque la mayoría de las tostadas acaben quemadas, hazlo con mayor amor del mundo, será el mejor manjar. Llévame al cielo con cada una de tus caricias, sé el dueño de mis escalofríos, de mis suspiros, de todas y cada una de mis sonrisas. Demuéstrame que no es un sueño, que estás aquí, que estoy ahí, enrredada en tus brazos, perdida en cada poro de tu piel, susurrando mil palabras, todas sinceras, enteras, sin más, te quiero, me quieres. Ahora.. ¿qué piensas del destino, amor?